Nació en la República Dominicana dentro de una familia de ocho hermanos, siete hembras y un varón, siendo ella la menor de todos. Desde su niñez fue siempre muy inquieta, alegre, curiosa, y muy intuitiva.
 

Fue educada en la religión cristiana, en la cual participó activamente desde temprana edad. Siempre disfrutó de compartir con los demás, involucrándose en actividades espirituales y sociales.
 

A muy temprana edad, se despertó en ella el interés por escuchar los problemas de las personas que formaban parte de su vida, poniendo muchas veces a un lado los propios.
 

Priscila creció observando todo tipo de disfunción familiar, la separación de sus padres y de algunas de sus hermanas(nos) lo cual le causó muchas inseguridades y un deseo fehaciente de descubrir las razones detrás de los problemas.
 

A la edad de 17 años emigró a los Estados Unidos de América donde continuó su educación, para luego emprender el camino de la formación familiar.
 

Contrajo matrimonio con Esteban Mercedes, con quien formó una familia y tuvo dos hijos maravillosos. Como familia, cada día han decidido abrazar el reto de seguir creciendo, respetándose y amándose con un amor incondicional.
 

Priscila se distingue por ser una mujer dichosa y feliz de poder compartir sus conocimientos y experiencias con otros seres humanos. Seres que, como ella, anhelan el despertar de la consciencia para ser sanados y transformados en amor.

 

Por los pasados 35 años, se ha dedicado al estudio del manejo de las emociones en el comportamiento humano, descubriendo así un sistema de creencias erróneas y una programación mental muy distorsionada que mantiene al ser humano infeliz.
 

Estudios académicos:

• PNL “Programación Neuro Lingüística”

• Inteligencia Positiva, Psicología Familiar

• Hipnoterapia Clínica

• Regresión en edad, entre otros.

 

Adhiriendo así su experiencia con el estudio, para brindar a cada persona una transformación integral. 

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Fundó programas como:

• “HORA DE LA MUJER” PROGRAMA DE COACHING;

• “EL PERMISO DEL PLACER”;

• y Junto a su esposo, fundó el “CENTRO INTEGRAL EDUCATIVO MI LUMBRERA”.

 

Estas modalidades le han permitido brindar apoyo a muchas personas en su camino a despertar y sanar, transformando sus vidas hacia la realización individual y social, creando la vida abundante y feliz que merecen. Y, como dice nuestra autora, “Encontrando así la pieza de su rompecabezas”.